Hoy, 12 de marzo de 2024, tomando unos mates amargos cuando el reloj marca las 8:00 de la mañana y viendo las noticias por la tv veo que solo hay violencia, miserias y crisis social en mi Argentina. Uno se pone a pensar que nos ha pasado para llegar a esta inestabilidad económica, social y también cultural.

Los hechos de violencia extrema en Rosario sin control alguno nos marcan que el narcotráfico y el crimen organizado avanzaron a pasos firmes en nuestra Argentina. Digo Argentina porque sería necio pensar que solo el narcotráfico se concentra en un solo punto de nuestro país. El conurbano de nuestra amada provincia de Buenos Aires también se encuentra sumergido en el flagelo del narcotráfico, aunque no con la violencia que vive Rosario. Claramente, lo que estudiamos las dinámicas sociales, avizoramos que nuestra sociedad va rumbo a una anomia, donde la ley de la selva empieza a operar fuertemente en nuestro país.

Pero estos hechos de violencia y el poder del narcotráfico en nuestro país no serían tal sin complicidad del poder judicial, poder político y algunos sectores de las fuerzas de seguridad. Es decir, que caigo en el pensamiento, nuevamente, que el sistema republicano en nuestro país es el causante de todos los males que azotan a nuestra sociedad. El narco no existiría si no hay un político detrás, ni un juez. Cabe aclarar que no todos en esta república son corruptibles; sin embargo, nuestra Argentina se asemeja a Sodoma y Gomorra, o en una etapa de la república romana, donde la degeneración, la corrupción eran moneda corriente.

La solución está a la mano, el monopolio de la violencia, como decía Max Weber, la tiene el estado argentino, encarnado en el poder ejecutivo -el cual es fue elegido democráticamente por el pueblo-. Es decir, el presidente de esta republiqueta. Por ende, para terminar con esta escalada de violencia, el que tiene que poner el cuerpo es el presidente. Pero como los políticos entre ellos Milei, llegan al poder financiados por el crimen organizado, jamás se meterían con los 5 tipos que manejan el narcotráfico en nuestro país.

Combatir el narcotráfico no se combate en las villas miserias, sino en los country de nuestra nación, ahí están los grandes cabecillas de la droga, la venta en las villas es el último eslabón. El narcotráfico va acompañado con el narcolavado, ya que para blanquear el capital provisto por droga, muchas veces se invierte en negocios inmobiliarios y comercios de gran y pequeña envergadura.

En este relato un poco desprolijo, también me pongo a pensar en aquellas víctimas del narcotráfico, desde aquel niño que compra una dosis de paco, hasta el playero asesinado a sangre fría. Esta crisis social y cultural solo se combate con la educación, la cual debe empezar por la primera institución, que es la familiar. Es por ella donde debemos poner el foco, el progresismo, junto al liberalismo extremo ha intentado "desconstruirla", "modernizarla", llevando a la eliminación de jerarquía en la institución familiar, jerarquía en el sentido que los hijos respeten a los padres como palabra máxima. También el progresismo y los liberales extremos en nuestro país promulgaban personajes "culturales" nefastos como los traperos modernos que hacen apología a la droga, al delito y que sos "piola" porque tenes fierros, autos y dinero. Sin esforzarte, lo podes adquirir vendiendo la "tusi" o incursionando en algún delito común.

También esta batalla cultural, tenemos como enemigo a Hollywood los cuales mediante sus producciones de series autobiográficas de los capos narcos, muestran como viven como reyes, sin mínimos esfuerzos donde coimean funcionarios, venden droga y que gracias a eso acumulan cosas materiales, mujeres y son ganadores de la vida.

Siguiendo mi relato un tanto desprolijo, tal vez será por mi momento vehemente contra aquellos que hacen caer a nuestra juventud a consumir droga o trabajar de soldadito para algún tranza barrial. Los cuales estos últimos son los últimos orejones del tarro. Aunque ya lo dije vale aclararlo.

Otro punto que debemos poner el foco, es en trabajo calificado y bien pago. Y construir una sociedad donde el estudiar, trabajar tenga un sentido y no ser solo un ¿para qué?. Ahora, para generar estas condiciones el progresismo y su ideología posindustrial también nos ha castigado. La idea de que solo somos una "granja" y debemos exportar materia prima, nos lleva a un país arcaico y rural. Necesitamos ser una nación industrial grande y poderosa donde el pleno empleo no se negocie, donde la construcción de centrales nucleares no esté en discusión, donde la fabricación de militares sea una política de estado, para emplear rápidamente a nuestros jóvenes.

También el progresismo, ha estigmatizado a las fuerzas de seguridad, las cuales ganan miseria y ponen el pecho y el corazón en las calles. Estos hombres y mujeres, mal pagos, son fácilmente corruptibles, sus arduas horas de servicio y sus condiciones deplorables de "trabajo" son consecuencias de la corrupción. Por eso, un gobierno nacionalista debe poner el foco en el rearme espiritual de nuestras fuerzas de seguridad.

Por último, Milei y sus grupos narcos jamás solucionarán nada de este flagelo, le financiaron la campaña y están a su lado. Por otro lado, su filosofía política anarcocapitalista lo aleja del poder del estado contra las mafias, su concepción ideológica subyace en no tener fronteras, no cree en el alma del pueblo y en el control de la seguridad por parte del estado. Si fuera por él, ni el ejército existiría. Por eso, los nacionalistas debemos reorganizarnos rápidamente, porque el fracaso de este gobierno se aproxima, no solo en materia de seguridad, sino en todas las materias importantes, como la económica y social.